jueves, 27 de octubre de 2016

LAS SALINAS DE INTERIOR. LA EXPLOTACIÓN SALINERA DE LIBRILLA

EXPEDIENTE SALINAS DE LIBRILLA 1890

      Correspondiente de la sociedad colectiva “Las salinas de Librilla” Don Mariano Hernández López, casado, jornalero, y de mayor edad; Don Francisco Hernández López, casado, empleado y de mayor edad; Don Enrique Hernández López, casado, perito y de mayor edad; Don José Maria Hernández López, soltero, estudiante y de mayor edad, todos vecinos y domiciliados en dicha ciudad, constituyen la expresada sociedad domiciliada también en dicha ciudad por tiempo ilimitado para explotar unas salinas constituidas con dos tierras una de las cuales contiene un espumero situadas en termino municipal de Librilla una en el paraje de la Rambla y otra en el partido de Vistabella o Pedregalejo pertenecientes una proindiviso a los cuatro expresados hermanos y otra solo a Don Enrique, que aportan a la sociedad por un valor total de mil ciento cincuenta pesetas a razón de cuatrocientas pesetas la finca de todos y setecientas cincuenta pesetas la de Don Enrique siendo dicho valor total el capital de la sociedad la cual concedería ciertos productos que den dichas salinas.
Los socios Don Mariano y Don Francisco quedan autorizados para usar de la firma social juntos o separados y a ellos mismos queda encomendada la gestión y administración de los intereses de la sociedad pero sin separarse en ninguno de los actos del acuerdo que previamente estipulen los cuatro socios o las participan todos de la sociedad en el número  y participación social que determine la ley pero para vender o hipotecar dichas fincas o salinas ha de ser requisito esencial que presten su consentimiento todos los socios interesados en la sociedad quedando esta obligada a formar su reglamento que será obligatorio para todos los socios una vez aprobado debidamente en su reglamento en la sociedad determinara los periodos y forma en que sus socios ha de pagar o percibir los dividendos correspondientes a la misma.
 Los nombrados socios constituyentes de esta sociedad distribuyen dicho capital social en unas partes de a once pesetas cincuenta céntimos cada una iguales en derechos y obligaciones que quedan adjudicadas a los mismos en la forma siguiente: al Don Francisco veinte y cinco partes; al Don Mariano diez y ocho; al Don Enrique diez y ocho y al Don José Maria  treinta y nueve quedando autorizados respectivamente para disponer cada cual de sus participaciones como verdaderos dueños: A la disolución de la sociedad los socios no podrán retirar de la masa social cosa ni cantidad alguna por concepto de aportación pues cada participación tendrá derecho de retirar de dicha masa lo correspondiente al mismo con arreglo a su participación así como a pagar en usado en igual forma o participación en que sea interesado: Esta sociedad debió dar principio a sus operaciones en veinte y dos días de septiembre de mil ochocientos ochenta y ocho.        La firma social es “Mariano y Francisco Hernández y compañía”. Todo lo referente consta de la escritura de constitución de sociedad otorgada por los expresados cuatro hermanos en esta ciudad a veinte y dos de Septiembre de mil ochocientos  ochenta y ocho ante el Notario de esta Don Paulino Maestre y Vera, la cual escritura ha sido presentada en este registro Mercantil en el día de hoy a la nueve y cincuenta minutos de la mañana por el socio Don José María Hernández que ha solicitado dicha inscripción.

      Y siendo todo lo dicho conforme con la relacionada escritura a que me refiero entiendo la presente inscripción y firmo en Murcia a veinte y dos de Mayor de mil novecientos noventa.

        Dichas salinas fueron explotadas hasta los años de 1955, incluso en los años 70 se realizo un estudio para ver la viabilidad y volver a explotarlas.
        Hoy en día todavía quedan señales de esta importante labor comercial de las salinas, con el acueducto y parte de las balsas de secado, aunque deterioradas he conseguido que se le abra expediente de patrimonio para protegerlas. Hoy en día se puede disfrutar del colorido visual que dejan en el río Orón en épocas de poca lluvia.

lunes, 17 de octubre de 2016

D. CIPRIANO GALEA Y GARCÍA. (1816-1889) CONMEMORACIÓN 200 AÑOS DE SU NACIMIENTO







 D. Cipriano Galea y García, nacido en Librilla en 1816 y fallecido en La Ñora en 1889. Su padre era sastre y procedente de Madrid. Se inicio en la carrera militar llegando al grado de sargento, pero en 1841 ingresa en la primera promoción de maestros que dio la Escuela Normal de esta Provincia. Fue colocado en la Ñora aldea cercana a su querida Librilla donde residía su familia y que el tanto apreciaba. Su obra pedagógica fue tan importante y dejo tanta huella  en La Ñora que tras su muerte esta población le rindió un gran homenaje, incluso se le realizo el primer monumento en España a un maestro (1894), hoy en día aun resuenan los ecos de la gran labor pedagógica que llevo a cabo este insigne librillano.