lunes, 10 de abril de 2017

LA SEMANA SANTA EN LIBRILLA AÑOS 50

LA SEMANA SANTA DE LIBRILLA, MODELO DE MISTICISMO Y FERVOR (LINEA 25-3-1956). José María López Otálora

            Con la gentil primavera llegan los días en que se conmemora la Semana Santa, Sevilla, Valladolid, Málaga, Murcia… España entera se estremece de emoción ante los “pasos”, en general magníficos, que representan la Pasión de Cristo, ante los de las Dolorosas, tristes y afligidas, que con tan expresiva realidad tallaron nuestros escultores.
            La belleza espiritual de la Pasión también adquiere en las localidades pequeñas parecida emoción y dramatismo. Así en Librilla, el pueblecito murciano de rancia tradición, porque Librilla es un pueblo intensamente cristiano, y porque de su ser florece radiante el sentimiento religioso de una colectividad plena de virtudes humanas.
            Hay que darse cita en Librilla para poder sentir la emoción recogida y solemne de la Semana de Pasión. El sencillo y noble espectáculo que supone el desfile de sus cofradías es una sublime sinfonía de color y de luz, de suntuosidad y belleza de místico dolor y profunda emoción en las noches serenamente primaverales de este maravilloso marco murcianismo que es Librilla.
            La Semana Santa de Librilla, que se viene celebrando todos los años con gran esplendor, constituye un auténtico acontecimiento de fervor popular que se manifiesta por la verdadera devoción que siente todo el pueblo por sus imágenes como especial motivo de tradicional misticismo y emoción. De nuevo esta en pie el alma de Librilla como motivo devoción, eco y germen de alientos materiales que vuelven a florar gozosamente, ante la Resurrección del señor. Toda la Semana Santa se manifiesta como un verdadero exponente del sentir religioso del pueblo, que vibra en todo su ser cuando las Hermandades, hacen sus desfiles procesionales, en tanto que desde un recóndito balcón un fervoroso pecho cristiano lanza al viento una triste “saeta” hundida de amor y de poesía, que constituye todo un romance popular, toda una copla de la más pura liturgia española.
            Y Librilla se entusiasma cuando hace su aparición el Redentor rodeado de claridad, resplandeciente, iluminada su faz dolorida, donde observa la angustia del hombre ante la muerte mientras allá, en lo más alto de la bóveda celeste, su excelsa imagen la de Dios, se adivina como símbolo de su infinito poder, de su infinita y divina grandeza.
                DESFILES PROCESIONALES
            El jueves Santo comienzan en Librilla los desfiles procesionales celebrándose, a las nueve de la noche, y siguiendo el itinerario de costumbre, la solemne procesión. Figuran en ella los tronos de Nuestro Padre Jesús de Nazaret del divino Cautivo, San Juan y la Dolorosa, presididos por sus mayordomos y acompañados de sus respectivos cofrades.
            A las doce de la noche, solemne procesión del silencio, en cuyo cortejo el paso de Jesús en la Cruz; de gran devoción entre el vecindario, y cuyo desfile es fervorosamente seguido por la multitud.

            El Viernes Santo, a las nuevo de la noche, último desfile con los pasos del Divino Cautivo, San Juan, Santo Sepulcro y la Dolorosas, con sus respectivos mayordomos, cofrades y demás acompañamiento, que seguirán el itinerario ya tradicional.

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