BREVE HISTORIA DE LA SEMANA SANTA
EN LIBRILLA
Se
analizará dentro del patrimonio inmaterial, en su capítulo de tradiciones de la
localidad, esta costumbre histórica que documentamos a continuación. Los datos
más antiguos sobre las procesiones en la localidad se datan en siglo XVI,
después de la celebración del Concilio de Trento se incrementan estos actos
litúrgicos en la localidad con la adquisición de imágenes procesionales. La
adquisición de imágenes procesiones queda registrada en este texto que recoge Navarro
y Albadalejo que dice lo siguiente: “En
1593 se tiene constancia de la realización de una talla, policromía, dorado y
estofado de una Nazareno para Librilla realizado por Tomás Ruán” (Navarro
& Albadalejo, 2006: 248). Una talla de Jesús Nazareno para los desfiles
procesionales de la localidad. Asimismo existen documentos que atestiguan la
antigüedad de las cofradías en la localidad de Librilla, extraídos de
diferentes protocolos notariales del siglo XVIII, en el Archivo General de la
Región de Murcia. En diferentes testamentos de vecinos de la Villa de Librilla,
los cuales datan de 1735, 1736 y 1739, hacen una descripción clara y concisa de
los deseos del testamentario/a sobre que le acompañen las cuatro cofradías de la
localidad en su entierro. Las Cofradías eran la de las Ánimas, San Bartolomé,
la Soledad, la del Carmen y Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Gaspara
de Montalbán, en 1735 mandó, en su testamento, que en su entierro vaya con el
hábito de San Francisco de Asís, y le acompañen al entierro las distintas
Hermandades existentes en Librilla, entre las que figura textualmente la
Hermandad de Nuestro Padre Jesús[1].
Micahela
de Montalbán, en su testamento datado en 1736, indica que deber ser enterrada
en la capilla de Nuestro Padre Jesús, la cual indica que era de su propiedad[2].
Pascual
Hernández, en su testamento de 1739, pide que a su entierro lo acompañe una
representación de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, de la cual era hermano[3].
Importante
para conocer las cofradías que existían en Librilla, en la segunda mitad del
siglo XVIII, es el siguiente documento que se remite desde intendencia en
Murcia al ayuntamiento de la localidad.
También en
el Informe de las cofradías existentes en Librilla a finales del siglo XVIII
(1770) se pone de relieve la existencia de 4 cofradías o hermandades en la
población que realizaban actividades procesionarias. A continuación se detalla
las posesiones y los gastos que generan cada una de las cofradías, destacando
la actividad que tiene cada una y los gastos litúrgicos de sus actos: “hay en esta villa cofradías la del
Santísimo Sacramento, Soledad, Jesús y Animas, las cuales están a expensas de
las limosnas que dan los fieles por su devoción, y se convierten en el culto de
las soberanas imágenes y sufraga a las benditas Animas, Concepción de la
cofradía de la Soledad que posee un bancalito de una tahúlla”. Para
finalizar el informe de intendencia de
Murcia sobre las actividades y situación de las Cofradías de la localidad,
señala: “Esta villa tiene 4 cofradías, o
hermandades sin aprobación alguna que son del Sacramento, Soledad, Jesús y
Animas, cuyos gastos todos se costean con las limosnas de los vecinos”[4].
Analizando estudios de Mira Ortiz sobre la Semana Santa y textos literarios de la pasión
en la Región de Murcia, se examinará la trayectoria de la Semana Santa en
Librilla. Como en otros pueblos murcianos en el siglo XIII conformó su estado de
localidad cristiana con gran número de conversiones, como lo atestigua la
predicación en 1411 de San Vicente Ferrer en la localidad. En el siglo XVI
descendió su censo de población a consecuencia de la expulsión de los moriscos.
En el siglo XVIII tras la recuperación de población se inició la andadura
procesionista pasionaria de la localidad.
En Librilla existen cinco cofradías
de las cuales la más antigua documentada es la de Nuestro Padre Jesús Nazareno
y del Santísimo Cristo de la Columna conocida su actividad desde 1735, la
imagen titular de la Hermandad era del siglo XVIII de la escuela barroca
andaluza y el Cristo de la Columna cuyo autor era Francisco Salzillo según el
siguiente documento recogido por Mira Ortiz: “Se conoce que el 10 de Abril de 1781, el célebre
escultor compareció en Murcia ante el notario Fernando Ayllón con tres vecinos
de la villa de Librilla que trataron con el artista la adquisición de una
imagen del Cristo Atado a la Columna” (Mira
Ortiz 2009: 209). Ambas imágenes desaparecieron en la Guerra Civil y fueron
repuestas por un Jesús Nazareno obra de José Sánchez Lozano y el Cristo de la
Columna procedente del arte sacro de Olot.
Otra Hermandad es la de San Juan Evangelista de Librilla se fundó en 1947 por Bienvenido (Juan José López Otálora), el que fuera muchos años hasta su muerte el Hermano Mayor y Camarero de la imagen, apoyado entonces por Juan Gonzálvez Hernández, Cecilio Hernández y Salvador Pagán. Con el visto bueno del párroco D. Antonio Roque Pérez se constituyó la Hermandad, que procesionaba con trono del insigne carpintero librillano José María Lara “El viruta”. A día de hoy es dirigida por Francisco Ramírez y sus imágenes titulares son: “La imagen titular la hizo José Noguera Valverde (1948), es tallada en madera de pino rojo y es de vestir, la Virgen de los Dolores de José Sánchez Lozano es devanadera y de vestir (1948) y la Virgen de la Soledad, del mismo autor (1950), es de devanadera y de vestir” (Mira Ortiz, 2009: 209-210).
La
Cofradía del Cristo del Perdón, fue fundada el 7 de Noviembre de 1980 por el
actual Presidente Salvador Belchí Provencio, pilar fundamental para la vuelta
de las procesiones a Librilla cuando tras un paréntesis sin procesiones en la
localidad a causa del intenso tráfico de la población quedó varios años sin
desfilar hasta la vuelta a procesionar en 1981. Sus obras principales son:
“El Cristo
del Perdón (1950) y
Santísimo Cristo Yacente (1951), ambas del taller de arte sacro de Olot. Mujer
Verónica, y Santísima Virgen de la Amargura (1989), ambas del escultor
librillano Blas López Sánchez. Santísima Virgen de la Esperanza, talla de
vestir del escultor Jesús Carrillo (1950), también procesionan en este trono
cuatro ángeles del escultor Sánchez Lozano (1947). El último en desfilar es San
Pedro del escultor murciano Antonio Labaña, talla de vestir (2003)” (Mira
Ortiz, 2009: 210).
La cofradía
del Santísimo Cristo de la Consolación y Ntra. Sra. De la Penas fue fundada en
1993, por Carlos García Sánchez vecino de Librilla. En el año de 1993 y tras
larga reflexión, un grupo de estantes pertenecientes a varias cofradías de
Librilla y Murcia, pidieron permiso al consiliario de Librilla para
fundar una nueva cofradía, bajo la devoción al pobre de Asís, la cual les fue
concedida por los estatutos del Obispado de Murcia. Sus imágenes son las
siguientes, “El “paso” titular es obra
del escultor Antonio Labaña, muy salzillano, de devanaderas y enlienzado, con
túnica en tono crudo imitando la tela rústica hebrea, más manto rojo. Ntra Sra.
De la Penas, imagen de vestir del escultor Jesús Carrillo (1950)” (Mira
Ortiz, 2009: 210-11).
Tras el
pregón del año 2000 impartido por Antonio Soto y sus referencias al resucitado,
un grupo de cofrades de otras cofradías que se proponen crear esta Cofradía del
Resucitado, donde los niños tenían la oportunidad de portar y procesionar la
imagen del cristo Resucitado de la escuela de Olot.
Además hemos
de destacar, dentro de la Semana Santa de Librilla, una pieza textil que se
salvó de la destrucción de imágenes de la Guerra Civil, es la túnica del Jesús
Nazareno de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, estudiada por Espada
Ruiz (2017) donde el autor destaca de la misma lo siguiente:
“El suntuoso
tejido de esta túnica se corresponde a un brocatel donde, sobre fondo raso
morado, se ha labrado el diseño “Nacimiento”. Fue elaborada y confeccionada
íntegramente por Garín y comprada, previo donativo de Doña Beatriz de Borbón y
Battenberg, en Casa Arteaga de Madrid, de quién se conserva aún la etiqueta.
Esta pieza combina distintas texturas de oro, brescado sobre las flores y
centro del lazo y liso en el resto, haciendo resaltar unos detalles sobre
otros. Además se decora todo el diseño con una nobleza en color claro que hace
resaltar aún más la cantidad de metal que lleva. Es un diseño simétrico, de
ramo central con orla alrededor, de finales del XIX donde se aprecian cambios
de gusto que tienen que ver más con el siglo XX, la sinuosidad de la naturaleza
se pierde para cargar el diseño y hacer vibrar las hojas de la orla y lazo” (Espada Ruiz, 2017: 148-149).
Importante
será comprender cómo se celebraba la Semana Santa en la segunda mitad del siglo
XX, para ver cómo ha evolucionado la tradición hasta las celebraciones de hoy.
Para ello es necesario conocer el siguiente artículo publicado en el diario El
Línea en 1956: “La Semana Santa de
Librilla, constituye un auténtico acontecimiento de fervor popular que se
manifiesta por la verdadera devoción que siente todo el pueblo por sus imágenes
como especial motivo de tradicional misticismo y emoción”(López Otálora,
1956: 15).
BIBLIOGRAFIA
-
Espada Ruiz, S. y
León Muñoz, A. (2017). “Arte textil al servicio de Nuestro Padre Jesús Nazareno
en la Diócesis de Cartagena”. En Compendio de estudios históricos-artísticos
sobre Semana Santa: ritos, devociones y tradiciones. Córdoba, Asociación
Hurtado Izquierdo, pp.129-153.
-
López Otálora, J.M. (25 de marzo 1956).
“La semana santa de Librilla, modelo de misticismo y fervor”. Diario La línea.
-
Mira Ortiz, I. (2009). Semana Santa y textos literarios de la
pasión en la región de Murcia. (Tesis Doctoral) Universidad de Murcia.
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